El que parte y comparte, se queda con la mejor parte. ¡No, es mío!
Frase célebre de estos días, la pequeña empieza a descubrir su “yo” su “mí” y por supuesto el “mío”.
La primera vez que lo dijo, me sorprendió pues no me lo esperaba, fue un: “ño, mi” entre risa y orgullo de madre viendo a su hija crecer, no pude dejar de pensar en cuantas veces le habían dicho: presta el juguete, comparte, no seas envidiosa y como era de esperarse pensé en eso de que la guardería, que hace a nuestros hijos más sociables; esto último lo digo en tono de burla, no pude evitar hacer la referencia.
Primer punto: No creo que sea el mejor momento para mi hija obligarla a compartir, si en este instante apenas descubre su “yo”. Un ejemplo tan simple es el hecho de que yo, ya grandecita no comparto todo, con todos; mi marido es mío y no lo comparto, así de fácil y por decir algo; ¿cómo podría pedirle a mi hija en este momento de su vida que compartiera sus contados tesoros?
Segundo punto: Supuestamente la parte de sociabilidad y en donde podría empezar a compartir algunas cosas empieza a los tres, veremos que pasa en ese momento, mientras tanto hacemos de esto un juego y no una obligación.
Este tema y muchos otros sobre la educación infantil a través de los años, está mucho más desarrollado en el libro de
Bésame Mucho de Carlos González por si les interesa echarle un ojo.
En cuanto a la experiencia y el juego
Ya hablando de mi experiencia con la pequeñita, en ocasiones le digo que tiene muchos, que ¿por qué no da uno? O le pregunto si me convida de su pastelito, hay veces que tengo suerte y otras (la mayoría) no, pero hay avances; otras tantas simplemente jugamos, yo le digo: oyeeeeeee te comiste toooooooodo y no me dejaste, haciendo los ojos grandes y una sonrisa de por medio, ella se echa a reír y sigue el juego; otras veces si tengo algo en las manos que ella quiere (y yo se que quiere) me dice: es míoooooooooooo, generalmente en juego. Pero también hay muchas otras que comparte lo que tiene en mano a todos los que se le crucen en el camino, incluyendo al hermanito, así que definitivamente no es necesario que le digan a mi hija que comparta.
No se por qué también se hace el hobby de terceras personas educar a mis hijos; no hagas esto, no hagas el otro, come, termina, comparte; creo que la educación viene de casa, las reglas y los métodos es historia de dos: Los padres; y aunque me molesta mucho que regañen a mi hija por cosas que ni yo entiendo, he aprendido a darle la vuelta y explicarle a la pequeña, a mi manera y a su manera lo que no está mal pero que parece que sí.
Trato por todos los medios de darles las herramientas que necesitan para que se desarrollen de la manera más libre posible; que sí, hay reglas en casa y hay que obedecerlas pero dentro de todo es una manera al estilo “Bésame mucho”; creo que a partir de que esto quede claro para la pequeñita y personas alrededores, lo demás va a ser obvio y compartir no terminará por ser un problema, simplemente no es su momento y yo lo disfruto con ella.