Un DIY a su medida
Pues siempre es así, preparamos la actividad perfecta, más ahora con estos días de sol raros por aquí pero muy apreciados, te invitan a pensar en las vacaciones, y como el retoño va a estar tres largas semanas en casa, no quiero que esté frente a la tele todo el día, más ahora que descubrió la película de Monters Inc y es su nueva favorita, ella y yo ¡casi nos hemos aprendido los diálogos!
Por otro lado se acerca el día del padre y hemos planeado algunas manualidades con pinturas de esas monas que sacan una sonrisa a cualquiera.
Pues bien ¡manos a la obra!
A estas alturas, como su mesa de trabajo es de plástico, decidí poner las pinturas en ella de manera que estuvieran a su alcance, eso de no ensuciar en estos casos no aplica, y después un poco de agua y todo como nuevo.
Para ella es más divertido, puede revolverlas, puede jugar con ellas y la paleta de pinturas es toda la mesa, así que no hay límites….
Utilizando sus manitas que es lo que más le gusta, la idea era poner pintura de colores en ellas y hacer unas impresiones de sus dos palmas bien abiertas para hacer este diseño:
Es uno bastante fácil, pero en este caso únicamente nos sirvió de prueba pues ella misma dio rienda suelta a su creatividad jugando con la pintura en sus manos.