El jardín de María
Apenas una luz tenue se podía alcanzar a ver en ese jardín….conforme avanzaba la noche los mágicos colores hacían su aparición, había veces que si uno no se movía y guardaba absoluto silencio podía escuchar un tenue murmullo.
Los grandes sabios decían que era un jardín encantado, otros decían que era el país de las hadas, lo que sí era verdad es que no tenía parecido alguno con algo antes visto, cada mañana tomaba distintas formas, las risas hacían parte del encanto de ese precioso espacio.
María que desde siempre y sin recordar exactamente cuándo y cómo, había llegado hasta ahí, se sentía en casa, tomaba rienda suelta a la imaginación.
Una vez cada mil años María podía salir de tan hermoso lugar para ir a visitar la tierra, siempre le había gustado ese sitio, entre sueños los niños felizmente la llamaban, pero sus padres incrédulos simplemente la nombraban “Fue un sueño”.
¿Te ha visitado María? ¿Conoces su jardín?