¿Aceites esenciales doTERRA? ¿eso qué?
Quienes me conocen saben todo eso que pensaba: “moda” entre otros los aceites esenciales, jamás estarían en mi casa, ni que fuera hippie ¿no?, si hay una pastilla que te hace sentí bien para que buscarle tres pies al gato me decía.
Pero nunca hay que decir nunca, fue en 2015 que me detectaron una enfermedad auto inmune, para ser precisa IgG4 enfermedad retroperitoneal inflamatoria ¡salud!
Me había sacado el premio godo, con una serie de operaciones y el corazón en un hilo terminó en mucho dolor, miedos y una bomba de medicamentos que han mermado mi salud con sus efectos secundarios bastantes molestos.
Pero una se acostumbra a todo, hasta al dolor, y no hay tiempo de tumbarte en la cama a llorar tu suertecuando dos chiquitos dependen de ti, en ese entonces la mayor de 2 años y el pequeño de 8 meses.
Con toda la batería de medicamentos más los medicamentos para los primeros y sobre todo el dolor que se traducía en derivados de morfina con todas su gracia.
En uno de esos ataques de dolor severo fui con una especialista del dolor que dicho de paso era anestesista, y me dijo muy seria:
“ya no te puedo dar otra cosa, sino no te levantas de la cama”, pero tengo una receta de aceites esenciales que te pueden ayudar a controlar el dolor y el sueño (pues si dormía dos horas de corrido era mucho).
Por supuesto que no salí nada contenta con su supuesto remedio.
Fui a la farmacia, los pagué a precio de oro, olían rico, pero hasta ahí.
Y llegó la pandemia
A inicios de 2020, fecha que se quedará grabada, estaba terminando el primer año para entrar a la maestria, en plenos finales, nos encerraron, el estrés subió al máximo y los dolores, achaque y muy mal humor regresaron. Inmovilizada y con los niños en casa, me dije “no tengo nada que perder y mucho que ganar” así que le llamé a una amiga y le pregunté:
¿Qué tienes en Doterra? Necesito energía, dormir y muero de dolor, una vez vistos los productos y aprobados por mi medico, empecé de inmediato.
Al llega la caja, me dio mucha emoción, y a la vez la vi con recelo con un ¿Y ahora qué?, empecé con las vitaminas Doterra LLV y un par de aceites, venía una crema “Deep Blue Rub” y un difusor.
La crema se fue directa a un cajón, las odio y me parecen de esas cosas que nos decían en la escuela “esta crema es para la tos, resfriado, golpes, fiebre, etc….” Y creo que era para manos, mis amigos se acordaran de la enfermería de la primaria jajaja.
Los productos doTERRA
WOW el cambio se dio en 24 horas, tenía más energía y dormía cada vez mejor, los dolores eran soportables y la convivencia mucho mejor.
Empecé a adentrarme en la empresa, sus productos y la verdad me quedé maravillada, hice un par de formaciones y dije esto lo tengo que compartir. Generalmente soy muy entusiasta cuando me gusta algo, así que de inmediato la familia ya estaba dentro con un kit de inicio Doterra, de ahí pues seguí conociendo los productos.
Hice un cambio radical de hábitos, pero lo más sorprendente (en mi caso) es que ¡ya podía sentarme en el piso a jugar con mis hijos de 7 y 5 años! Parece poco pero era un enorme avance, hicimos tantas cosas en ese primer encierro que bueno, fue un “ahora estoy para ustedes y completa”, después de tantos hoy sí mañana quien sabe.
¿Recuerdan la crema Deep Blue Rub que venía con el paquete doTERRA?
Pues resultó una maravilla, generalmente cuando tengo problemas de tipo me duele un hueso o no puedo apoyar el pie, o la artrosis se instala con cada cambio de temperatura en este clima caprichoso, termino en el hospital con un hueso roto o con más medicamentos.
Y estoy feliz de decir que cuando la realidad era de ir al hospital por lo menos una vez al mes (y en estos tiempos es lo que menos queremos), no he ido más que hacerme los análisis de seguimiento, regresé al ejercicio (algo que extrañaba de sobre manera)
Y bueno, como la mayoría de las personas que podemos escuchar sobre Doterra, me les uno diciendo me cambió la vida y no solo a mi sino también a mi familia.
Así empecé, seguí con este nuevo estilo de vida y me ha resultado, no puedo decir que es lo que más me gusta, si Doterra o el cambio que povocó, pues en esta crisis sanitaria, y ya tan hartos como lo podemos estar, el estrés se ha encargado de encerrarnos aun más y odiar al mundo entero.
¿Cómo empezar con doTERRA o lo que sea?
Comer bien, hacer ejercicio, dormir correctamente, parece tan fácil decirlo, pero estoy convencida que poco a poco y con un apoyo real dentro de nuestras casas, llamémosle aceites esenciales (en mi caso), podemos bajarle a la neura, pues al final del día, quienes tienen hijos o conviven con otro ser vivo (aunque sea a distancia), son ellos quienes la pagan y la factura es alta, y aunque estemos encerrados, aislados, es tiempo que pasa y no vuelve.
Les deseo sobre todas las cosas salud, que es como lo hemos podido ver lo más importante.
Y no podía faltar el si se sienten al borde y quisieran saber más de como utilizo los aceites, remedios y mi día a día, no duden en contactarme que me sentiré más que dichosa de aportarles algo que me encanta y ha funcionado.
Pero eso sí, si el estrés es tal que ya merma su salud, vayan al médico o contáctenlo para controlar sus efectos, esto es un apoyo maravilloso, sigo con mis tratamientos, he bajado medicamentos para el dolor pero ha sido un trabajo de meses, y como ustedes saben la salud, y salud mental es primordial.
Si quieren saber más sobre los kits de inscripción para México y para Europa aunque hay muchas otras maneras de comprar…